Filtración de datos: la AFI asegura que ya pudo repatriar a casi todos los agentes de los países más
La Agencia Federal de Inteligencia (AFI) aseguró a Clarín que repatrió a casi todos los agentes expuestos en el extranjero, excepto a uno, que todavía está intentando traer a la Argentina. El organismo manejado por la interventora Cristina Caamaño aseguró que en septiembre trajo al país a los espías enviados al extranjero cuyos nombres figuran en las 3.850 Resoluciones de la AFI filtradas en la web, incluyendo al enviado al Líbano.
“Podemos dar la certeza que, menos uno, que está al volver, ya están todos en la Argentina”, dijo una fuente oficial de la AFI. Y agregó: “Todos los delegados que están en las Resoluciones que se filtraron de la fiscalía ya estaban en Argentina desde antes de que se difundiera la información. Fue una decisión previa de la Intervención. El delegado al que hacen referencia, del Líbano, ya está en la Argentina.Y el que no volvió, estamos tratando de que vuelva. No deja de ser grave la situación, pero hay que ser precisos”, sostuvo la fuente oficial.
La aclaración de la AFI surgió después de que Clarín informara este domingo que el organismo oficial generó la mayor filtración de datos de la inteligencia argentina, en democracia, al brindar información de por lo menos 12 espías argentinos que trabajaban en diferentes países, uno de los cuales estaba activo en el Líbano, insertado en la comunidad local, donde opera Hezbollah, la organización acusada del atentado contra la AMIA.
Además, se difundieron seis convenios internacionales secretos con Estados Unidos, España, Bolivia y Paraguay, sin consulta con esos países. También se filtró la estructura orgánica del organismo de inteligencia, con el nombre y la identificación de cada uno de los mandos jerárquicos de los últimos años, así como los nombres de más de 2.000 espías y ex agentes, de los cuales 181 figuran incluso con su número de DNI.
Pero una de las cuestiones más graves son los nombres de los delegados de inteligencia en otros países, ya que expusieron a los agentes argentinos que están o estuvieron encubiertos en esos países y a sus respectivas familias, así como a los agentes y funcionarios del extranjero que confiaron en los espías argentinos.
La página 58 del Libro de Protocolo de Resoluciones de la AFI, con las primeras medidas de la AFI en la gestión macrista. Se tacharon los datos de la mayor parte de los agentes, para impedir su identificación, dejando visibles los que ya son conocidos y revisten interés público.
Por ejemplo, están las designaciones de una agente en Francia, otra en Gran Bretaña, un hombre en Rusia, otro en España, dos en Bolivia, uno en Líbano, otro en Alemania, un hombre en Perú, otro en Venezuela, un espía en Colombia y uno más en Paraguay, entre otros "funcionarios en el exterior". Clarín pudo ver los nombres de esos agentes, pero no los publica para resguardar su identidad según la Ley de Inteligencia.
La AFI destacó que casi todos ellos volvieron al país y están fuera de peligro; aunque hay uno al que todavía no pudieron traerlo a la Argentina. "El que no volvió, estamos tratando de que vuelva", dijo una fuente del organismo de inteligencia a Clarín, sin dar mayores precisiones; aunque aclaró que "como trabajan en la Embajada, es la Cancillería la que pide el regreso" de esos agentes a la Argentina.
El caso más grave con la filtración de las Resoluciones, de impacto internacional, fue el del espía MR, con base en el Líbano. "Esa delegación comprende toda la zona caliente de Medio Oriente, porque el agente estuvo trabajando allí desde hace más de 15 años e introducido en la comunidad local bajo esa cobertura desde entonces", advirtió una fuente de inteligencia, que es muy crítica de la posición oficial. "El daño es tremendo, porque allí opera fuertemente el Hezbollah, organización acusada de ejecutar el atentado a la AMIA", añadió.
Según informó la AFI, MR habría retornado del Líbano a la Argentina hace unos 20 días. "El último pedido que se le había realizado a Cancillería (para que volviera MR) fue el 29 de junio. Antes incluso de que la Fiscalía nos pidiera la información de la filtración judicial", explicaron a Clarín fuentes oficiales de la agencia de inteligencia nacional.
Las actas de las resoluciones 174 a 195, del año 2016, de la Agencia Federal de Inteligencia. Se tacharon los nombres y DNI, para impedir la identificación de los agentes allí mencionados.
Cuando fue consultada sobre el escándalo de las filtraciones, Caamaño dijo: “Es un hecho grave, de eso no hay dudas. Desde el primer día, estamos trabajando en evaluar el impacto hacia dentro de la Agencia, determinar las funciones específicas de cada agente cuya identidad fue expuesta y atender cada situación puntual, en función de la particularidad del caso", planteó hace unos días la interventora Caamaño a Clarín.
Y agregó: "Está claro que la información sobre la identidad de los y las agentes de la AFI debía ser resguardada y esta filtración genera un grado de incertidumbre lógico, que la Intervención asume. Se lo planteamos a la Fiscalía al momento de enviar la documentación requerida y lo reiteramos apenas trascendió la información, por lo que los fiscales del caso actuaron de inmediato. Le pedimos a los medios de comunicación que sean prudentes en el tratamiento de la información”, dijo Caamaño.
En las 3.850 Resoluciones enviadas a la Justicia federal de Lomas de Zamora por Cristina Caamaño, que datan de fines de 2015 a principios de 2019, también se difundieron seis convenios secretos con otros países, realizados durante la gestión macrista de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani al frente de la AFI. En ninguno de estos casos se les preguntó a esos países u organismos si estaban de acuerdo con publicarlos.
En medio de este escándalo, esta semana iría Caamaño a la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia del Congreso, para explicar a diputados y senadores cuál fue su responsabilidad en la filtración del Libro de Protocolo de Resoluciones de la AFI.
La oposición presiona y quiere que aclare qué fue lo que pasó. Caamaño apuntará todos sus dardos contra los fiscales federales de Lomas de Zamora, Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide. Pero habrá que ver cómo justifica que envió 3.850 Resoluciones secretas de la AFI, que estuvieron disponibles para más de 80 abogados de las querellas y los acusados de espionaje ilegal, en un juicio en el que se investiga a 22 espías y exagentes del organismo oficial.