Con cánticos y banderas, el Obelisco estalló en festejos y emoción


Una vez pasado el sufrimiento por la tanda de penales contra el equipo francés, miles de fanáticos y fanáticas de la "Scaloneta" fueron al Obelisco, el epicentro de los festejos donde se desplegaron banderas gigantes, bengalas celeste y blanco y camisetas.
Una bandera gigante con la cara de Diego Maradona y la fecha de su nacimiento y defunción, junto a la escena del astro con su hija Dalma en aquella mítica imagen donde la niña le pone margaritas en las medias, se desplegó en medio de la fiesta popular.
"Lionel hoy se inmortalizó como el Diego", agregó el joven y se sumó a la gente que se colocó debajo de la bandera para cantar y bailar.
Jonathan Alan, pintor de Rafael Calzada, que estaba pintando un cuadro de Messi haciendo el "Topo Gigio" luego del gol contra Países Bajos, dijo sentirse "dichoso" por el triunfo y el campeonato argentino.
Las calles del centro porteño se llenaron de fanáticos agitando banderas de Argentina, con las caras pintadas de celeste y blanco mientras que los bombos y redoblantes le dieron la música a los cánticos y entonado el popular "Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar", que ya reemplazó el "Quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial" por "Ya ganamos la tercera, ya somos campeón mundial".
Si bien el Obelisco concentró los festejos, los hinchas se congregaron en todas las esquinas del centro porteño, en algunas con batucadas para que la gente bailara y disfrutara de la conquista de un título mundial luego de 36 años, mientras los chicos jugaban con espuma bajo el calor de la tarde.
"Me teñí apenas arrancó el Mundial y le dije a mis amigos el día que perdimos que íbamos a llegar a la final y la ganábamos. Esto fue una cábala, me lo fui tiñendo todas las semanas", relató.
Luis, oriundo de Avellaneda, tenía la máscara de Spiderman puesta a pesar del calor abrazador que caía sobre el centro porteño en homenaje al delantero Julián Álvarez, que terminó el torneo con cuatro tantos.
Cerca de las 16.30 hubo una suelta de cientos de globos celestes y blancos que subieron rápidamente hacia el cielo para que la gente que estaba en las cercanías del Obelisco sacara sus fotos.
Mientras tanto, en el frente del Teatro Colón se desplegó una bandera enorme que simulaba una camiseta argentina, en su frente con tres estrellas por los tres campeonatos argentinos (1978, 1986 y 2022).
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El Obelisco, rodeado de alegría ???? pic.twitter.com/yrj5fU1Q7m
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Un poquito de gente en el Obelisco. pic.twitter.com/t84KnBreVg
— gαтσ ¢υяισѕσ 41% ????❄️ (@AyelenCARP) December 18, 2022
Carlos, que llegó desde La Boca al Obelisco con un cartel con forma de ataúd con la cara de Kylian Mbappé, afirmó que "este Mundial no me lo olvidó más porque es el primero que veo con mi hija".
Lucía, de 20 años, tenía puesta una máscara con la cara del "Dibu" Martínez y tiraba espuma a todos los que se congregaron en los festejos.
"El Dibu fue el héroe de hoy, nos salvó. Yo soy de Mar del Plata, igual que él, y quiero que le hagan una estatua al lado de los lobos marinos", aseguró.
"Vinimos desde temprano porque queríamos festejar, escuchamos el partido por radio", afirmó.
Pero cuando todavía quedaba pasar la tanda de penales en el estadio Lusail de Doha, frente a una pantalla gigante en Plaza Seeber, en el barrio de Palermo, un hombre desplegó una bandera de Diego Maradona en el suelo, le puso encima un rosario y se encomendó al astro y campeón del Mundial de México 1986.
"Los penales fueron horribles", dijo a Télam Naiara, de 12 años, que también estaba en Plaza Seeber. "Yo no los miré por cábala", agregó su hermano más pequeño. Los dos llegaron con su madre desde el partido bonaerense de Berazategui.
Justamente allí, Gonzalo, que llegó temprano a la Avenida 9 de Julio y vio el juego en un bar, se sinceró: "Una emoción increíble, muchas lágrimas, pero sufrimos hasta último momento".
"Una locura, me pasó de todo, la emoción es incontenible", le dijo a Télam Rodrigo, de Berazategui, con lágrimas en los ojos.
En las adyacencias del Obelisco, en cada esquina podían verse personas de todas las edades subidas a los semáforos, los mástiles y las estaciones de Metrobus.
El clima carnavalesco lo aportaban diferentes murgas porteñas que, con sus bombos, platillos, serpentinas y fuegos artificiales, le daban mayor color a una jornada de algarabía popular.
Ulises, vecino de Floresta (23), llevó un maniquí al que le colocó una camiseta de Lionel Messi, y consideró que eso trajo "buena suerte".
Sebastián, un joven de Berazategui, mostró una figurita de Lionel Messi, que lleva en su billetera.
"Estaba completando el álbum cuando la figurita de Lio (Messi) me apareció repetida, y si bien lo podía cambiar, algo de mí me decía que la tenía que mantener y desee ese entonces la guardo en la billetera", indicó.
Por su parte, Andrés, vecino de Avellaneda (35), es dueño de dos figuras de cartón de Diego Maradona y Lionel Messi, y dijo que "tocarlas trae buena suerte, no solo en el deporte sino en todos los aspectos de la vida".
La victoria de la selección también dio lugar al cumplimiento de promesas por parte de algunos simpatizantes.
Federico, del barrio de Floresta (29), se rapó cumpliendo su promesa de pelarse en caso de ganar la Copa del Mundo.
Por su parte, Erica, vecina de Villa Lugano (37), señaló que caminará “hasta Luján como promesa hecha a la selección”.
A las 20, sobre el obelisco una serie de imágenes en honor a la Selección argentina, con las frases "gracias equipo" y "somos campeones".