«Murió de un paro cardíaco»: angustiada, Cristina Pérez decidió contar lo que sucedió


Muy fuerte. Así fue lo que se vivió en Radio Mitre, más precisamente en “Confesiones en la Noche”, el programa que lleva adelante Cristina Pérez. La compañera de Rodolfo Barili en el noticiero de Telefe, decidió hacer referencia a lo que está sucediendo en nuestro país en cuanto a la inseguridad, luego del asesinato del kiosquero de Ramos Mejía, hecho que conmocionó a millones y millones de argentinos.
“Pocos momentos ofrecen la lucidez del sentido común como los que ocurren en la cara de la perversión. Perversión es tirarle gases a vecinos pacíficos que lloraban a uno de ellos con terror a ser el próximo que muere en manos de un delincuente de esos a quienes nadie frena. Hace mucho no se veían tantos policías en el Ramos Mejía, pero increíblemente no era para cuidarlos a ellos. Ante la inseguridad, el kirchnerismo es enemigo de la gente de bien y amigo de los delincuentes. Sólo por eso se puede enviar a las fuerzas de seguridad, que no persiguen a los malvivientes, a reprimir a los vecinos”, comenzó asegurando.
“Sólo por eso se puede decir sin conmoverse que sucesos como la muerte del kioskero Roberto pasan en todos lados, como dijo Aníbal Fernández. Sólo por eso se puede comentar sin pudor que el problema del delito viene desde hace mucho, como afirmó el gobernador Axel Kicillof. Porque nunca les importó que a la gente la maten como moscas. Porque liberaron a los presos y encerraron a los trabajadores. Porque sólo usaron como excusa el aumento de sueldo de los policías para avanzar contra la ciudad de Buenos Aires. No es casualidad que los voten más que en ningún lugar en las cárceles. Y es tal el nivel de desprecio al sufrimiento de la sociedad que vive en peligro, que directamente no lo registran. No lo registran ni políticamente. Ni en campaña. O peor: entre las partes, eligen a los delincuentes”, lanzó.
Más directa que nunca, Cristina Pérez continuó con su relato. “Ante la inseguridad no hicieron nada. El tema no les importa. Encubren el terror en el sur, protegen al delincuente en el Conurbano, victimizan al que mata y roba y olvidan al que muere, a los hijos que quedan sin padres, a las familias destrozadas, a los que viven bajo la lápida del miedo, corriendo peligro en la vida cotidiana, yendo a trabajar, saliendo a comprar el pan, volviendo de la escuela. ¿Cuánto vale para este gobierno la vida de la gente? En un punto se entiende la empatía k con los delincuentes, porque ellos mismos desde que volvieron al gobierno sólo están abocados a no ir a la cárcel o a salir de ella”, apuntó.
“Ramos Mejía es un barrio de clase media que vio el deterioro de su calidad de vida al paso de la crisis y por el sanguinario paso de la inseguridad. Es la segunda vez en poco tiempo que la comunidad se moviliza conmovida por un crimen. María Rosa Doglio, de 56 años murió de un paro cardíaco al ser atacada cobardemente por un motochorro que la empujó desde atrás con tanta violencia que le hizo estallar el corazón contra el piso. Un motochorro que ya había atacado a otra mujer de la misma manera y sin embargo estaba libre. El asesino del kioskero Roberto Sabo pidió clemencia en estas horas al fiscal. La clemencia que no tuvo cuando fusiló con 6 tiros a un buen hombre que lloró todo un barrio. No hay derechos humanos para las víctimas del crimen en Argentina, a ojos de este gobierno. Cierra una campaña sin corazón en La Matanza. La platita vale poco. La vida vale menos”, sentenció Cristina.