Independiente sacó un triunfo agónico ante Tigre, en un partido ...

Cuando el conjunto que conduce Ricardo Zielinski estuvo enfocado, supo manejar el trámite, tuvo la pelota y fue más profundo e heriente que su rival. Así empezó frente a su gente en Avellaneda y no tardó en ponerse en ventaja con una jugada armada por Martín Sarrafiore, combinada por el fallo de los centrales visitantes y un golazo de Javier Vallejo.

Además de 1-0 en el marcador, fueron más de 25 minutos en los que los hombres de rojo no permitieron que Tigre avanzara más allá de la mitad de campo. Que le forzaron errores. Hasta que una acción aislada, un ataque del Matador cambió todo. El VAR cambió todo.

Sebastián Prieto subió por la banda izquierda y sacó un centro bajo. Mateo Retegui la esperaba en el área grande y en la disputa con Sergio Barreto, la pelota pegó en el delantero, se elevó y tocó la mano que el defensor rojo tenía en alto. No fue algo intencional, no cambió la posición cuando se le acercó el balón, pero sí ampliaba el volumen.

Nazareno Arasa fue invitado por el VAR a revisar la jugada y concedió el penal que Retegui no falló para llegar a las 10 anotaciones en el Campeonato.

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El empate golpeó anímicamente a Independiente, que en los siguientes minutos la pasó mal. Tigre aprovechó para ir a buscar más. Rodrigo Rey retuvo un remate sin demasiada potencia de Retegui. Pero para el final de esa primera etapa, el conjunto de Zielinski logró rehacerse y casi marca el segundo antes del pitazo. Pero el trámite ya no tuvo un dueño claro.

En el complemento se enredó el juego: más friccionado y cortado. Todo más repartido. Promediando la etapa, Tigre, con Facundo Colidio como hombre más peligroso, tuvo su momento de dominio, pero sin profundidad. Rodrigo Rey casi no necesitó intervenir.

Pero sobre el cuarto de hora final del partido, ya con algunas modificaciones, Independiente volvió a despertar. Martín Cauteruccio, en un rol más de armador y asistidor que goleador, generó varias chances para sus compañeros. El VAR, de nuevo, le anuló un gol a Mauricio Cuero, por un offside muy finito.

Y fallaron mucho en la definición. Matías Giménez tuvo dos clarísimas. El tiempo se escurría y parecía que, de nuevo, al Rojo se le iba a escapar un partido que ya debía estar tener definido. Pero fue en la última, en la que Kevin López (que ingresó por Sarrafiore) metió un cambio de frente para Giménez, quien dio el pase al medio del área para que Cauteruccio marcara el triunfo a los 50 minutos de juego.

El delirio en el Libertadores de América se ahogó de golpe cuando el VAR volvió a llamar a Arasa. Había que revisar la posición del asistidor. Fueron algunos minutos de incertidumbre y angustia para los locales. Hasta que el árbitro convalidó el gol del 2-1. Y así, por cuestión de centímetros, la tecnología que había amargado a Zielinski y los suyos a lo largo del encuentro, al final, les dibujó una sonrisa de desahogo y alivio.