Lali Espósito habla de sus días con su novio, Santiago Macorrea

Epocas pasadas, claro. Escenarios distintos que en poco se asemejan al contexto social 2020. Por muchas razones, ya que culturalmente la Argentina caminaba por una época de transición que finalizó en coincidencia con los avances de la globalización. Para ser concretos e ir directo al grano: ¿recuerdan cuando la convivencia era el paso previo al casamiento?

Los que ya pasaron la barrera de los 40 abriles seguramente sabrán de lo que hablamos. Compartir el mismo techo durante un tiempo significaba el paso previo a la decisión de ponerse las alianzas y jurarse amor para toda la vida. Un testeo de lo bueno y lo malo de encarar un futuro conyugal decidido a perdurar en el tiempo.

No sabemos a ciencia cierta si la etapa que se encuentra transitando Lali Espósito (28) tiene como propósito final la colocación de las alianzas y la reglamentación del vínculo en un registro civil, pero evidentemente la cantante, que viene atravesando la cuarentena en compañía de su novio, Santiago Mocorrea, reconoció que la convivencia no es algo tan sencillo.

“A veces tenemos cortocircuitos”, confesó la solista, para más tarde realizar un semblante de esta experiencia tan particular producto del aislamiento social. “Yo estoy con mi novio, con Santi. Él estaba acá, trabajando. Yo en realidad estaba trabajando en España, hacía cuatro meses que estaba viviendo allá. Y me pensaba quedar todo el año. Pero cuando se cortó la situación laboral y ya se sabía que la cuarentena era lo que se venía para todos, agarré el último vuelo y me metí en mi casa tomando todas las precauciones posibles”, fue el testimonio de Lali para ir narrando todo desde el punto de partida.

Posteriormente, hizo un análisis de los temores que viene generando la propagación del coronavirus y pese a los roces cotidianos que reconoció tener con Santiago, agradece estar junto a él: “Es verdad que hay un pánico que uno intenta que no lo alcance, aunque está en el aire. Pero yo sentí que podía hacer la cuarentena en mi casa, en Buenos Aires, donde aunque no pueda ver a nadie por lo menos estoy en mi hogar. Y esa sensación de hogar para mí era importante a la hora de vivir esta situación tan particular en la que estamos todos inmersos. Pero, por suerte, estoy acompañada de mi novio”.

Ya metiéndose en la cotidianeidad con su pareja, en los idas y vueltas de la convivencia, Lali sostuvo con sinceridad: “la pasamos súper bien”, pero no negó que “algunos días se hace un poco más difícil. La verdad es que hay que colaborar con esta situación quedándonos en casa, cumpliendo las reglas lógicas que nos están pidiendo”.

Igualmente, Lali privilegió lo positivo y pidió poner la lupa en los que menos tienen: “Aunque no sea fácil, uno por ahí puede tener cierta cintura y una situación entre comillas ‘cómoda’ para vivir esta cuarentena. Pero no es la misma realidad para todo el mundo. Hay gente que tiene que salir a laburar y ganarse el pan de ese día. Así que también hay que estar colaborando con esas situaciones que uno sabe cercanas, de gente que por ahí no tiene para salir a comprar porque no laburó y se le empieza a complicar un poco”.

Covid-19 y la Argentina que trata de dar pelea. Depende de todos, aunque está claro que los referentes pueden señalar el camino. Lali predica con el ejemplo y se queda en casa, con su novio. Aunque, claro, a veces no sea tan fácil.