La furia de Adabel Guerrero tras ser acusada de abandonar a sus perros: "¡No me rompan las...


A poco tiempo del nacimiento de Lola, Adabel Guerrero tomó la dura decisión de que sus perritos dejen de convivir con ellos, intentando preservar a la niña y a sus mascotas, que no tenían una armoniosa convivencia.
Sin embargo, el hecho de que la bailarina y panelista de La previa del Cantando (programa que se emite de lunes a viernes a las 20 horas, por Ciudad Magazine) contara que sumó a su hogar un caniche y nunca fue a buscar a sus anteriores perros a la casa temporal donde los había dejado, le valió un sinfín de críticas ¡y ardió Troya!
"A mis perritos se los había dado a una amiga para que me los cuide y después de un año de que me los cuidó me dio lástima sacárselos porque la hija se había encariñado ¡y me tratan de que los abandoné!".
"Saben que estoy realmente harta, ¡pero harta! Harta de la gente que interpreta todo como el orto. Me tienen re podrida esas personas que interpretan todo como el ojete. Realmente me sacan las ganas de hacer historias. ¿Vieron cuando desaparezco un tiempo? Es porque realmente me sacan las ganas. Todo lo que digo es malinterpretado. ¡Qué gente de mierda! ¡Tienen la cabeza podrida! Me refiero a la historia que hice el otro día, explicando que a mis perritos se los había dado a una amiga para que me los cuide y después de un año de que me los cuidó me dio lástima sacárselos porque la hija se había encariñado ¡y me tratan de que los abandoné! Eso no es abandono. Me los cuidó una familia con la que yo viví en mi infancia. Es como mi familia. Florencia es como una hermana para mí. Cuando mi vieja se murió me fui a vivir un tiempo a la casa de ellos. Sé a quién le estoy dando los que eran para mí mis hijas, mis perras", comenzó diciendo Adabel, sin disimular su furia, en unos videos que subió a Instagram Stories.
"¡Me tienen harta! Yo no maltrato a los animales, los tengo como si fueran mis hijos. Al caniche lo trajimos recién ahora porque Lola tiene dos años y medio".
Luego, continuó: "La chiguagua, que ya tiene 8 años, no era una perra acorde para una criatura, que le agarraba las patas, la tironeaba. El perrito mordía al bebé porque no era acorde. Yo tuve que tomar una decisión dolorosa, para que me estén criticando ahora, de que abandoné a mis perros. Me pareció una decisión ideal porque Flor se llevó a las dos, duermen en la cama de la nena, de 12 años, los sacan a pasear".
Sin poder apartarse del enojo, Adabel Guerrero finalizó su visceral descargo: "¡Me tienen harta! Yo no maltrato a los animales, los tengo como si fueran mis hijos. Al caniche lo trajimos recién ahora porque Lola tiene dos años y medio, no es la bebé de seis meses que le tiraba las patas al chiguagua. Averigüen, porque yo averigüé. ¡No me rompan las pelotas, loco! Yo no maltrato a los animales. No me sigan. Trato de tener paz en mi vida. No me hinchen las pelotas. De verdad, se los digo".